viernes, 8 de marzo de 2013

Hasta aquí.



A medida que pasa el tiempo sirviendo a Dios, nos damos cuenta que muchas cosas han cambiado, pero que aun existen promesas de Dios que no se han cumplido en nuestra vida, promesas que están escritas en una palabra que es cierta y se cumple, pero que esperamos con gran anhelo que se manifiesten en nuestras vidas y nada ocurre.

Debemos entender que entre nosotros y las promesas de Dios, es decir, las bendiciones que nosotros queremos o necesitamos existen una inmensa cantidad de obstáculos,  de demonios, y es usted el encargado de derribarlos  si quedamos esperando con mucha paciencia que las bendiciones lleguen a nosotros nada va a acontecer, solo seguirá pasando el tiempo y nuestra vida seguirá en la misma situación.
Debemos Manifestar nuestra fe a través de la INDIGNACIÓN.

Si su fe hasta ahora ha estado siendo sentimiento entonces CAMBIE, cuando se trata de conquistar las promesas de Dios no vale el sentimiento, vale el coraje, la valentía, LA INDIGNACIÓN LLEVA A LA ACCIÓN. Si se tiene una fe llena de emoción podemos tener la certeza de que nada va a suceder y la respuesta jamas llegará, Dios no se conmueve por lagrimas, y sí por actitudes. La fe que agrada a Dios no usa emoción, usa el intelecto.

No acepte ser uno mas fracasado, las promesas de Dios no vienen por paciencia, vienen por INDIGNACIÓN, si usted esta conforme, puede seguir esperando que las bendiciones caigan sobre usted. Pero si usted quiere un ahora o nunca, un todo o nada, un vida o muerte, para aquel que dice hasta aquí llego esta situación. Entonces es la hora de hacer la diferencia INDIGNESE.

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